La PsicopedagogÃa en su labor cotidiana, brinda a la Comunidad un aporte muy valioso para favorecer los procesos de cambio y crecimiento en las personas que la conforman: la Orientación Vocacional Ocupacional. Les acercamos una reflexión realizada sobre esta temática por la Psp. Alicia Piermarini de Colombo
1. La época del año que se está transitando genera, sobre todo en los adolescentes o jóvenes prontos a terminar su secundario, una serie de sentimientos encontrados, que los llenan de alegrÃa y de incertidumbre. AlegrÃa porque cierran una etapa durante la que trabajaron para conseguir su graduación. Incertidumbre porque, aparte de que deberán afrontar cambios importantes, tienen que tomar determinaciones cruciales: qué hacer al salir de la escuela? Trabajar? Seguir estudiando? Qué? Dónde?
En ocasiones los invaden los proyectos, la euforia. En otros momentos, la tristeza, la preocupación, la bronca porque no atinan a hallar su camino. Y asà prueban diferentes âtrajes afectivosâ hasta que logran encontrar el que mejor les calza.
En ese transcurso también los adultos necesitan que se los escuche y, por qué no, que se los contenga. Tienen frente a sà a un hijo al que se le abren, como si fuera un abanico, las múltiples facetas de una realidad que, hasta ahora, poco conocÃan. Y han de enfrentarse con ella.
Hay que sostenerlos ante las dudas que surgen en los chicos, sus vaivenes, sus incertidumbres. Porque muchas veces el comentario que los adultos traen al consultorio, o que se hacen entre ellos es: â¿Cómo puedo entenderlo, si un dÃa me dice que se irá a estudiar astronomÃa y, al siguiente, que se dedicará a la filosofÃa y, al poco tiempo, que será biólogo marino?â.
SÃ. Puede ser. Y se le podrá preguntar por qué, qué le atrae, qué supone que hará, adónde seguirÃa su carrera. Porque todo ese pendular tiene una razón: no se nace destinado a ser alguien en particular. Se tienen distintas vocaciones, que se pueden canalizar a través de diferentes profesiones u ocupaciones, que pueden variar o exigir cambios dentro del mismo ámbito, o que se pueden descubrir más tarde en la vida. Y siempre hay que elegir.
DecÃa Brad D. Smith (vicepresidente de Microsoft): «Le digo a la gente: Haz lo que amas, pero también puede ser difÃcil saber lo que amas desde el principio. Pero cuando lo piensas y describes las opciones, ¿cuál te emociona un poco más?»
Esa persona que está inmersa en este océano de fluctuaciones quizás tiene la necesidad de que, por lo menos, se intente reflexionar junto con ella. O que se le dé la oportunidad de que un profesional de la orientación que se formó para eso, que cuenta con las herramientas necesarias para guiar ese proceso sabiendo los alcances de las mismas y sus beneficios y los cuidados que se ha de tener al usarlas, pueda cumplir con esa función. Tal vez vale la pena, porque es algo que puede marcar para toda la vida.
2.- En realidad, cuando se habla de orientación vocacional se alude, habitualmente, a una orientación para la elección. Para elegir qué hacer en un momento determinado. Generalmente se procura esa orientación cuando se está a punto de terminar la escuela secundaria. Porque es, en ese momento, la decisión más importante que la mayorÃa de los adolescentes de nuestro tiempo ha tomado en su vida.
La situación que les plantea esa realidad (trabajar, seguir estudiando, hacer la experiencia de algún intercambio, etc) es común que los confunda. Y buscan protección solicitando soporte, de las maneras que tienen a su alcance (no siempre expresándolo con palabras y claramente).
Hay que cuidar cuando se haya de seleccionar a quién pedir esa ayuda. Pueden ser muchos los que contribuyan desde el entorno: padres, profesores, familiares, amigos. Pero si se trata de escoger un profesional que haga el acompañamiento, se debe atender a buscar a alguien formado para tal tarea. "Manos sin adiestramiento usando herramientas, destruyen lo que desean construir. Son necesarias las habilidades para usar los instrumentos y asà lograr el resultado deseado, ya sea derribar una vieja casa o construir una nuevaâ.
La formación es fundamental porque se hace referencia a un tiempo en que quien se acerca se encuentra vulnerable. Por lo tanto, lo que se le ponga a disposición para poder responder a su demanda han de ser instrumentos creados y probados para ese fin y, además, el que los utilice ha de conocer su modo certero de aplicación y evaluación. Es básico manejarlos correctamente, estar al tanto de los beneficios y los potenciales riesgos que su uso conlleva, para que el resultado sea el que se pretende y no otro.
3.- La de elegir es una acción que nos acompaña durante cada momento de nuestra vida, seamos o no conscientes en ese instante. Se elige cuando se decide con quién relacionarse, qué se desea comer, a quién se invita a un festejo de cumpleaños, qué ropa se usará⦠A veces no lo se lo piensa, a veces hay que pensar poco, a veces mucho, y en otras ocasiones se hace difÃcil. Porque elegir no siempre resulta sencillo. Depende de a qué se lo aplique, pero cuanto más importante es, más complejo resulta. No obstante, decÃa Daniel Kahneman (psicólogo): âTomar decisiones es como hablar en prosa, la gente lo hace todo el tiempoâ. Aunque no esté tan claro siempre.
Cuando hay que tomar una decisión significativa, en la que se juegan aspectos potentes de la vida (compartirla con alguien, separarse de la familia de origen para construir una nueva, hacer un emprendimiento que esté a nuestro cargo, elegir qué haremos al terminar la escolaridad secundaria), se pone en juego, y por entero, todo nuestro ser. Y si verdaderamente se desea tomar las riendas de la propia historia, nada ni nadie podrá hacer esa elección más que el que será el dueño de la misma. Tendrá que acercarse a quienes puedan escucharlo, se pedirán opiniones, se recibirán consejos, pero finalmente debe ser cada uno quien responda y se responda por la elección que lleve a cabo. Porque, en adelante, de ella dependerá parte de la novela particular y exclusiva. No se deberÃa reprochar a otro que haya elegido en su lugar. Porque, si lo hizo, es sólo porque se le dejó ese espacio y esa responsabilidad. Y de ayudar a elegir, sin hacerlo por otro, es de lo que se trata la orientación vocacional.
DecÃa Steve Jobs: âSi tú no trabajas por tus sueños alguien te contratará para que trabajes por los suyosâ.
4.- Enfrentados al puente que une el fin de la escuela secundaria y lo por-venir, lo mejor que puede ocurrir en una familia es que el diálogo acerca del tema, fluya. Pero se sabe que, por muchos motivos, hay adolescentes que no tienen con quién sostenerlo. En la cabeza de casi todos circulan similares preguntas: carrera corta o larga?; la que me dará dinero o la que supongo que disfrutaré más?; la que me permitirá seguir la tradición familiar y creo que, por eso, tendré más rápida inserción laboral o me arriesgo a una que nadie de mi familia ejerce?; la que me permite seguir en mi casa o la que me demanda mudarme a otro lugar?; la que me exija estudiar menos?; la que tiene más futuro o la que ya no tendrá demanda?, etc, etc.
Se trata de una enmarañada trama de factores que, con frecuencia, generan incertidumbre, dudas y confusiones, ante la que muchos adolescentes demandan ayuda para sostenerse en el camino de proyectar.
Se está ante una situación de transición. El concepto de transición se aplica para destacar la importancia de los distintos momentos de pasaje entre etapas o condiciones diversas: terminar el secundario, migrar a otra ciudad para estudiar o trabajar, enfrentar los cambios en la enseñanza, insertarse en otros grupos. Es un momento en la vida de las personas en que se producen cambios profundos en sus roles y situaciones.
Existen distintos tipos de transiciones: algunas son elegidas y, por lo tanto, anticipadas, planificadas y protagonizadas activamente; otras son inesperadas y disruptivas; otras son esperadas pero no acontecen, lo cual puede movilizar al sujeto a elegir otras alternativas o modificar sus proyectos.
Pasar por la transición demanda plasmar cambios en la imagen y la representación de sà mismo, de las relaciones con otros y en la concepción del mundo. Con frecuencia exige una revisión de valores y del sentido de la vida, un desprendimiento de ideas previas y nuevas conceptualizaciones y actitudes. No es gratis. Crecer es hacer un salto cuanti y cualitativo en el desarrollo. En algunas circunstancias duele. Hay que contener y tolerar la incertidumbre, para que transcurra con el menor dolor posible. Otras veces es preciso buscar ayuda. Porque lo que se aproxima tiene sentido. Y esa ayuda será eficiente y valiosa si quien la proporciona se ha formado para eso. La formación es un aspecto trascendental en aquél que se ocupará de contribuir a que otro desarrolle un proyecto de vida que será el objetivo que lo ha de guiar.